MARIA ELVIRA JUAREZ
Poeta tucumana reconocida por su fecunda producción. Anotemos algunos puntos trascendentes en que su inspiración fue premiada y aplaudida. "El hombre y su noche", Loa Plata 1958, "Oda Siglo XX" Tucumán 1968. "Para qué calé hondo", Buenos Aires 1970. "Los bigotes de la hiedra", Tuc. 2979. "Poemas" Direcc. Cult. Tucumán. "El circo encantado", Tuc. 1983. "El hierofante", Univ. Nac. Tucumán 1985 (Faja de Honor de SADE).
El protagonista
¿Cuál será el lugar penumbroso
definitivo
piadoso al fin
que acogerá la vencida desnudez
de quien porfió
hacia una meta inalcanzable
en un tiempo que las flores
se agostaban sin perfumar,
en que los rostros
convocados por el dolor y el pánico
olvidaron de ofrendarse
al ave, al sol al éxtasis?...
¿Qué sumó la ardiente tenacidad
a la luz de la memoria,
apretado racimo de episodios
de trasmutaciones
de miedos
de agonías?
Si por haber mirado inquisitoria
casi dolidamente
lo que gravitó junto a mí
hasta empañar los sentimientos
en los cauces más hondos,
como una culpa ha entrado
a desposeer mis días
con oscuras jornadas de olvidos
de indecisión dosificadas…
Si por deletrear la aventura
el peligro,
los secretos poderes
y su don inquietante,
opera sobre mí una densa
interminable noche
anulando todo lo que de mágico
y deseable ofrece
al que iniciado en el rito,
desciende sin fantasmas
al inefable goce
del acto primordial.
Yo fui testigo de días y noches
acoplándose suavemente
en el ritmo de una ley inmutable.
Me fusioné imperturbable
en el relámpago
me arrebataron los oleajes
y bajé por la pendiente del silencio
a la inapelable soledad,
sin refugiarme en la sonrisa
de las heridas incurables,
porque es preciso
entre la realidad y el límite
establecerse sin batallas
para no desgajarse y huir…
Con humildad o con exaltación
jamás pude modelar el ave
que el sueño deslió en mi firmamento.
No obstante estoy aquí
desnudando las cosas que me atañen.
Mi tiempo es ya una cuerda gastada
que no la templa el valor
el temor
ni el deseo,
que solo vibra pálidamente
en el preludio del poema póstumo.
Y si atestigüé lo inevitable
y complejo
que apoderó mis medidas,
si me postulé como la víctima injusta
por no ejercer con coherencia
el oficio que me destinaron,
a nadie proceso
por todas las páginas
que lastimé con negros signos,
a nadie acuso por el olvido
de un párrafo amistoso,
a nadie por no haber entrado
piadosamente en mi mayor derrota.
Sólo yo
que no supe comprender el mensaje,
que confiné las puras lenguas del fuego
hasta nombrarme en el eclipse,
soy el culpable.
Sólo yo… El Protagonista…
Estimado amigo: encontré este blog buscando datos sobre la poeta María Elvira Juárez y me dio gran
ResponderEliminarplacer encontrarlo, porque ella fue mi madre,y
se muy bien el talento que tenía.Yo también escribí en mi blog sobre su poesía y es muy bueno
que se difunda.
Un cordial saludo.
Mariel
Estimada Mariel:
EliminarTrabajo en una editorial escolar, y nos gustaría publicar u poema de su madre en una antología de próxima aparición. ¿Podrá ser posible? Debajo le dejo mis datos de contacto y los de la editorial.
Gracias,
Viviana Herrero
Editora
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