Estos son dos bocetos antiguos de la Estación de Monte Grande, en especial el segundo de la década del 30. En primer plano, en el andén y a unos metros del molino de agua, se ve un monolito, que era el surtidor donde tomábamos agua los chicos cuando íbamos o volvíamos de la escuela, y lo mismo hacía cualquier transeúnte o pasajero que bajaba del tren. Inclusive tomaban agua los hijos de gente pudiente. Ni chicos ni grandes llevaban encima botellitas de gaseosas. Sólo existían las gaseosas Naranja Crush y el Naranjín,que se compraban con suerte para las fiestas de fin de año. Aún no existían Coca-Cola, Pepsi Cola y un aluvión de refrescos que vinieron varias décadas más tarde. (Primo)
Estos son dos bocetos antiguos de la Estación de Monte Grande, en especial el segundo de la década del 30. En primer plano, en el andén y a unos metros del molino de agua, se ve un monolito, que era el surtidor donde tomábamos agua los chicos cuando íbamos o volvíamos de la escuela, y lo mismo hacía cualquier transeúnte o pasajero que bajaba del tren. Inclusive tomaban agua los hijos de gente pudiente. Ni chicos ni grandes llevaban encima botellitas de gaseosas. Sólo existían las gaseosas Naranja Crush y el Naranjín,que se compraban con suerte para las fiestas de fin de año. Aún no existían Coca-Cola, Pepsi Cola y un aluvión de refrescos que vinieron varias décadas más tarde. (Primo)
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