Stella Maris Antenao, poeta, Monte Grande.


Será en un día de lluvia

Nadie se dará cuenta
cuando te deje, vida,
Nada le diré a nadie
de mi triste partida.

Será en un día de lluvia
de eso estoy segura
es cuando más me abruma
la soledad oscura.

Vestiré solamente
mi piel escarnecida.
No llevaré ropaje
tan sólo las heridas.

No llevaré reloj
ni cruces, ni collares.
En mi corazón quieto
Llevaré mis pesares.

Cada gota de lluvia
será mi amargo llanto
representante abstracto
de todos mis quebrantos.

No habrá rayos ni truenos
sólo una lluvia mansa
que en parte calmará
mis dolores del alma.

Nada me llevaré
porque todo lo di:
amor, sangre, vida,
a todo sucumbí.

Cuando pase la lluvia,
cuando todo termine,
allá en el horizonte
verán el Arco Iris.

Él será quien anuncie
que he dejado la vida,
pero nadie sabrá,
         mi secreta partida.

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